King’ James toca todos los palos, y en 2015 rechazó un acuerdo de patrocinio con McDonald’s por un valor estimado de 15 millones por cuatro años y apostó por Blaze Pizza, invirtiendo un millón por el 10% de la pequeña cadena de pizzas a domicilio. Y acertó, pues Blaze tiene ahora más de 300 tiendas de propiedad de la empresa y franquiciados (James tiene participación en 18 franquicias de Blaze en Florida e Illinois) en Estados Unidos y Canadá.